viernes, abril 19

El dilema de las redes sociales

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Mario Giacomelli

Desde hace años, se está discutiendo sobre los peligros implícitos en el uso indiscriminado de las nuevas tecnologías.

El problema es conocido

Niños y adolescentes pasan cada vez más tiempo sumidos en sus aparatos electrónicos: computadoras, tablets y sobre todo, teléfonos celulares.

Nuestros hijos desperdician muchas horas al día en actividades que los distraen de sus tareas estudiantiles y los alejan del juego, el deporte, la lectura…y todo lo demás.

Cabe preguntarse cómo y por qué sucedió este fenómeno global, donde maravillosos medios de comunicación se han convertido en instrumentos peligrosos que provocan adicción, ignorancia y enajenación.

El cautivante documental “El dilema de las redes sociales” proporciona respuestas puntuales a estos y otros interrogantes.

Es una de las pocas producciones realmente imprescindibles que se exhiben actualmente en la plataforma de Netflix.

Los expertos hablan

Una frase del poeta griego Sófocles abre el filme: “Nada extraordinario llega a la vida de los mortales separado de la desgracia”.

Es la primera de las citas que puntúan una narración intrigante y reveladora.

Alterna entrevistas con distintos conocedores del asunto; y escenas grabadas por actores profesionales, que ilustran las vivencias de una típica familia urbana, lidiando con la presencia invasiva de las redes sociales.

Estos segmentos son un poco simplones, aunque cumplen una función didáctica, ayudando al espectador a asimilar la complejidad del tema tratado.

Más contudentes resultan las partes donde los expertos hablan en cámara, explicando detalles de enorme importancia, que es justo y necesario saber.

Un puñado de grandes corporaciones, todas radicadas en el mismo valle californiano, se reparten la mayoría del mercado digital en el mundo. Los entrevistados son exempleados de esas compañías: diseñadores, programadores y creativos, quienes participaron en el desarrollo de algoritmos, estrategias y recursos como el botón de “Me gusta”; sin imaginar sus explotaciones futuras.

Por razones morales, estos genios informáticos lideran una campaña de concientización, advirtiendo sobre los efectos potencialmente dañinos de dispositivos que ellos mismos contribuyeron a crear.

Control y manipulación

Las redes sociales no son adictivas por casualidad. Están concebidas para captar la atención del usuario y mantenerlo enganchado lo más posible. De paso, recopilan y almacenan datos personales, que luego pueden ser vendidos al mejor postor.

En este sentido, una declaración queda grabada en la memoria: “Si no pagas por el producto, entonces tú eres el producto”.

Ejemplos precisos demuestran que las redes sociales, supuestamente dedicadas a conectar y unir a la gente, hacen todo lo contrario: debido a un puro afán comercial, buscan polarizar y crear conflictos.

Fomentan la desinformación, la discordia e incluso, el odio.

Para peores, constituyen la herramienta de propaganda política más poderosa de todos los tiempos: un mecanismo perfecto de control y manipulación que opera libremente, sin restricciones legales.

Tras una exposición clara y exhaustiva, queda espacio para consejos prácticos, sobre cómo enfrentar esta situación alarmante, que afecta a todos por igual; y que todos parecen aceptar con resignación, como algo inevitable.  Son consejos sumamente valiosos, que no se puede pasar por alto.

El dilema de las redes sociales (The Social Dilemma)

Dirección: Jeff Orlowski.

Guión: Davis Coombe, Vickie Curtis y Jeff Orlowski.

Duración: 94 minutos.

Origen: EE.UU. 2020.

Género: Documental.

Calificación: Todo público.

 

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